Dicen las malas lenguas que las ferias han muerto para siempre.
Cuentan las leyendas que nunca se vieron los pasillos de Fira tan vacíos, y que las tardes son tan tranquilas allí, que en los pabellones se oye el eco de las pisadas de los pocos valientes que aún se atreven a acercarse después de las 5 p.m.
Se oye decir en los círculos más influyentes que ya los grandes se marcharán para no volver y buscarán nuevos métodos de reencuentro con sus clientes y nuevas formas de conocer a sus potenciales.
Y nosotros, que hemos estado allí venimos a darte un pequeño consejo, si es que nos lo permites, claro.
¡NO TE CREAS TODO LO QUE OYES, LEES O INCLUSO VES!
Es cierto que los pasillos no estaban tan llenos como otros años, quizá porque las prioridades de las personas después de una pandemia han cambiado radicalmente. Y las empresas (que para los que todavía no lo hayan asimilado), que están hechas de personas, por lo tanto, también han modificado su lista de “importantes”.
Nuestra sensación es que ahora no todos van a las ferias. Sólo aquellos que de verdad tienen una necesidad que cubrir acuden en busca de aquellos que puedan ayudarle a conseguirlo. ¿El resultado de esto?, menos contactos pero con mucho más potencial y con una intención más clara de compra.
En cuanto a los horarios…aquí también tenemos algo que decir. Sí, algo está pasando y las tardes se han vuelto más calmadas, y para aquellos que entienden ser más eficiente o eficaz con estar ocupado de 10 a 7 los 4 días de feria, puede que las califiquen incluso de “menos productivas”.
Pero si analizamos la situación actual, puede que hasta tenga sentido y coherencia con el momento que vivimos. ¿Es que valoramos ahora más nuestro tiempo (especialmente el libre) y por lo tanto ya no nos sentamos horas y horas en un stand a picar algo y con suerte a bebernos un buen vino?, ¿o quizá el crecimiento exponencial de la cifra de trabajadores en remoto o con modalidad mixta hace que hayamos cambiado nuestros hábitos y ahora madruguemos más pero aprovechemos más las tardes en familia?.
Quizá deberíamos fijarnos en otras ferias europeas, que empiezan antes, pero también acaban antes, o quizá no y ahora las tardes sean para atender con más calma a nuestros clientes más fieles.
En fin, valoraciones mil, pero nosotros lo tenemos claro, VOLVEREMOS. Así, en mayúsculas, porque eso de sentarnos juntos, compartir un buen rato, hablar con pasión de nuestros productos mientras los disfrutamos y comentamos la evolución que hemos conseguido en estos últimos años, nos ha cargado de energía y fuerza hasta (mínimo) 2024. Y para que nos vamos a engañar, lo de las reuniones en remoto con el pantalón del pijama tenía su gracia al principio, pero ahora Skype está más bien pasado de moda (por favor, esto último que no llegue a sus desarrolladores que a veces también nos es de utilidad).
¿Te apuntas a la siguiente?
Esta sólo ha sido el principio.