Hace unas semanas, ya desmentimos varios mitos sobre el consumo de cerdo, que inundan internet y las conversaciones de muchos hogares. Hoy seguimos desmitificando el consumo de una carne mucho más beneficiosa para la salud de lo que se suele creer. 

Algunos dicen que aunque el consumo de carne de cerdo no sea desaconsejado, tiene un aporte nutricional más bien pobre. Te hacemos un resumen breve de por qué esto no es cierto: 

Estos son solo algunos de sus componentes nutricionales y la función de cada uno de ellos: 

• Potasio: Contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal.
• Fósforo: Contribuye al mantenimiento de los huesos y los dientes en condiciones normales.
• Zinc: Contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
• Hierro: Contribuye al desarrollo cognitivo normal de los niños.
• Vitamina B1: Contribuye al funcionamiento normal del corazón.
• Vitamina B3: Ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
• Vitamina B6 y B12: Contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario.

¿Quién no ha oído hablar de los aminoácidos esenciales?

Bien, nuestro cuerpo es capaz de sintetizar nuestras propias proteínas gracias a la combinación de aminoácidos. La sintetización de estas proteínas es vital ya que interviene en los procesos:

• Plásticos: reparación y recambio celular y síntesis de nuevos tejidos, durante la etapa de desarrollo y también después de lesiones.
• Reguladores: forman parte de las enzimas, hormonas, anticuerpos e inmunoglobulinas que llevan a cabo todos los procesos químicos del organismo.
• Energéticos: necesarios para realizar todas las funciones del cuerpo.
• De tranporte: para mantener los líquidos corporales en equilibrio y transportar sustancias vitales como el hierro y el oxígeno.

Pues de entre estos 20 aminoácidos que se necesitan para la síntesis de las proteínas y por tanto la realización de estos procesos vitales, se encuentran 9 que el hombre no puede sintetizar y que deben ser por tanto proporcionados por los alimentos. Sólo con que uno de ellos sea carente, no se podrá sintetizar ninguna de las proteínas que requieran del mismo para su síntesis. Así, las poblaciones que basan su alimentación en cereales y tubérculos son propensas a este carencia y afecta mucho más a las poblaciones jóvenes e infantiles que se encuentran en desarrollo. El conjunto de aminoácidos esenciales solo esta presente en la proteína animal, ya que en vegetales o no se encuentran todos o no en la cantidad suficiente.

Proteínas completas

A estas proteínas que aportan la combinación completa se les llama proteínas completas y las carnes son los alimentos que mayor concentración proteica ofrecen. En el caso de la carne de cerdo, hablamos de que como media, un 40% de los aminoácidos de la carne son esenciales. 

Además, no solo el tejido muscular marca la calidad de la carne, las proteínas del tejido conjuntivo (elastina y colágeno), intervienen, así a menor porporción de estas proteínas, mayor calidad de la carne, determinada por menor dureza y mayor valor nutricional siendo la carne de cerdo de este tipo. 

También hay quienes dicen la carne de cerdo es muy seca. Tenemos una teoría y es que esto más bien se debe a que los cerdos han sido tratados como animales sucios (lo parecen si, pero no lo son) y por ello la gente cree que necesitan de altas temperaturas y procesos prolongados de cocción para eliminar completamente sus bacterias, y claro, a qué carne que cocines hasta la saciedad (el colmo si encima la salas antes de cocinarla), no la dejas desprovista del agua de sus células y por tanto, completamente seca. 

Aquí va un pequeño tip para que esto no te pase nunca más: la temperatura ideal de cocción de la carne de cerdo, sólo se encuentra entre los 71ºC y los 72ºC. 

¿Sabes que esto no acaba aquí y seguimos teniendo más mitos para desmentir?

Te contamos más en le próximo post.